lunes, 30 de mayo de 2016

EL VALOR DE LA RENUNCIA

“Cada día necesito menos cosas; y las pocas que necesito, las necesito muy poco.” San Francisco de Asís. 



Siempre he tenido muy presente el valor de la renuncia y la austeridad: supongo que es porque formó parte de mi educación pero también porque siempre me he sentido seducida por aquellos personajes capaces de renunciar a bienes o estados que la mayoría deseamos.
Me parece heroico ser capaz de renunciar a ciertas cosas, y además, al renunciar a ellas, te liberas de ellas.
Veo valor en el desapego a las cosas y a las circunstancias. Vivimos pensando que no podemos vivir felices si no tenemos tal casa, tal trabajo, tal vestido, hijos perfectos… Y estamos siempre estancados y experimentando la carencia. Nuestro cerebro parece olvidar muchas cosas, menos todas aquellas que nos faltan; y nos lo recuerda una y otra vez y nosotros no paramos de recrearnos en ellas. Tenemos cierta tendencia al masoquismo, parece.

martes, 17 de mayo de 2016

LA BELLEZA

“… tengo que sentirme rodeado de algo que considere bello y sagrado: música de órgano, misterio, símbolo y mito; lo necesito y no pienso renunciar a ello. Ese es mi punto débil.” Hermann Hesse.

Así confesaba Demián que su debilidad era su atracción por la belleza y lo sagrado. ¿Pero qué es la belleza? Muchos filósofos y artistas han intentado dar respuesta a esta interesante pregunta. Haciendo un poco de memoria, creo que sería justo reconocer que fueron los griegos los que nos enseñaron a mirar y admirar: nos descubrieron que la belleza es la culminación de todas las virtudes y bondades. Los filósofos griegos, a fuerza de dotar al concepto de belleza de todas las perfecciones, acabaron asignándole existencia propia y asimilándolo a Dios.
Para los griegos, decir belleza era decirlo todo. Ellos entre sí, no se desean un buen día como nosotros, sino un “hermoso día” (Kalimera); y las cosas no son para ellos buenas o malas, sino hermosas o feas. Y la cumbre del ser no está en otra virtud que en la belleza: por eso, no sólo estaba ligada con lo que genera sensaciones agradables a la vista, sino con las características del alma, lo que implica una relación entre la estética y la ética.