jueves, 14 de diciembre de 2017

LA VIDA... ¿COMO UN PARTIDO DE FÚTBOL?

“En latín ni la llegada es un una cualidad distinta del ir, ni la perfección es una cualidad distinta del simple hacer”. M. Arnal


Los que me conocen saben que utilizaba mucho el símil del fútbol para animar a la gente a continuar, a luchar, a seguir jugando hasta el final porque como ocurre en muchos partidos en los minutos de descuento puede cambiar el marcador.

Ahora a esa idea -que no es del todo mala- he empezado a verle matices supongo que llevada por experiencias personales. Lo último que me ha llevado a cambiar de opinión ha sido la lectura de la biografía de Honoré de Balzac de Stefan Zweig. El personaje es grandioso: un escritor de talento  de los que no abundan en la historia. Balzac tenía la obsesión de casarse con una viuda rica para asegurarse la tranquilidad económica que tanto le costaba mantener.

Vivió toda su vida persiguiendo esa idea y finalmente lo consiguió. Pero ¿qué ocurrió? Que Honoré murió a los pocos meses. ¿Fue eso una victoria? Bueno, podríamos discutirlo, pero en cualquier caso no disfrutó ni de su matrimonio ni de la tranquilidad económica mientras vivió.

En cambio, no esperó a vencer en la Literatura al final de sus días, sino que desde muy joven escribía y escribía sin descanso y ganaba la batallas de sus libros con dedicación absoluta minuto a minuto.